domingo, 8 de enero de 2012

La guerra.

Estábamos en casa, esperando a que llegaran provisiones. Estábamos en plena Guerra Civil. Papa estaba de soldado, así que estábamos solo con mamá. Las mujeres tenían prohibido trabajar y en casa éramos 5 hijas y ningún hijo, por lo que teníamos muchas dificultades económicas. Para comer teníamos que esperar a las provisiones que mandaba de vez en cuando en estado y lo teníamos que racionar muy bien.

Una tarde, me acuerdo que estábamos en casa, era vieja y tenía muchos agujeros por los que entraba el frío. Había alguna viga rota por las bombas que habían caído cerca de casa, cuando alguien llamó a la puerta. Era un soldado que era alto, delgado y llevaba un uniforme bastante formal. En sus brazos llevaba una bandera de España y un par de medallas. Me recordaban mucho a las de papá. También llevaba un pergamino. Eso me asustó aún más.

El soldado se presentó con el típico saludo militar- Buenas tardes- dijo- Buenas tardes- contesté-¿Es usted familiar del Señor García?- me preguntó, a lo que yo respondí- Sí, señor-. En ese momento mi corazón se aceleró- Quería comunicarle que el soldado ha sido asesinado esta mañana. Lo siento mucho-. En ese momento me derrumbé. ¿Cómo se lo diría a mi madre?

Más tarde llegó a casa. Se había ido a dar un paseo con las vecinas. Me pregunto si no tendrían miedo… Entró por la puerta y la mandé ir a la cocina.- Mamá, tengo una mala noticia- la comenté- papá…ha muerto esta mañana.- Se puso a llorar. Era lógico, mandaron ir a papá obligado a la guerra y encima lo mataron.

Por la noche estuvo rara, apenas habló durante la cena. La preguntamos varias veces qué la pasaba, nunca contestaba. Fuimos a dormir.

Al día siguiente fue su entierro. Fuimos a misa. Mi madre de negro, como era normal y mis hermanas y yo, también. A la hora de ir al cementerio, mamá no entró, no podía. Entramos solo mis hermanas y yo, cuando salimos todos del cementerio, mamá no estaba, la empezamos a buscar desesperadamente por si había hecho una locura. No era así. En un banco que había cerca del cementerio había una nota que decía:

Queridas hijas de la Sra. García, secuestramos a su madre. Si quieren volver a verla con vida, dejen de aquí en una semana un saco con todo el dinero que tengan. Si en una semana no hemos recibido dicho dinero, no la volverán a ver con vida. Recuérdenlo.

¿Quién habría hecho semejante cosa? Bueno, como era normal, intentamos recaudar todo el dinero posible para ese día. Lo conseguimos, pero llegamos tarde, los secuestradores habían matado a mamá. Dos entierros en una semana, qué diversión.

3 comentarios:

  1. el relato muy bonito, pero no me a gustado esa... no se como decirlo, bueno ese falso entusiasmo del final( no me acuerdo de la palabra) me a parecido un poco de mal gusto tipo ADV pero el resto del relato a estado muy bonito, muy emotivo ^^

    ResponderEliminar
  2. Me gusta la gente que me dice qué tengo que mejorar! Muchas gracias, Xabi! Para otra vez lo tendré en cuenta jaja

    ResponderEliminar
  3. Sí, la verdad es que es un poco como ADV pero está muy bien jajajaja pobrecitas >.<

    ResponderEliminar

© Relatos Breves., AllRightsReserved.

Designed by ScreenWritersArena